Nombre: Sismay García Bermúdez
Profesión: Docente de química y coordinadora de Ciencias Naturales
Tiempo en el CCB: 11 años
A propósito de la celebración del Día del Maestro, que conmemoramos este año el 15 de mayo, desde el CCB queremos agradecer el compromiso de nuestros docentes, por su acompañamiento con nuestros estudiantes y familias.
En reconocimiento a su bella labor, quisimos conversar con una de nuestras profes para conocer un poco más sobre su trabajo y sobre sus ideas y sensaciones en estos tiempos que nos han exigido a todos transformarnos, para así visibilizar lo vital que ha sido el trabajo de todo el equipo docente desde la distancia.
Sismay García Bermúdez llegó a integrar el equipo CCB hace 11 años. Hoy como docente de Química y coordinadora del área de Ciencias Naturales, destaca el rol de sus compañeros y su relación con los estudiantes durante el aislamiento social. Además, resalta algunas lecciones que la pandemia ya le ha dejado a ella y nos debería dejar a todos.
Para esta profe, nuestro colegio siempre ha sido un espacio de trabajo maravilloso que ofrece posibilidades para hacer cosas diferentes, innovadoras y que apuntan al bienestar de todos sus estudiantes, desarrollando procesos de aprendizaje significativo. El apoyo del equipo Directivo en la generación constante de ideas y propuestas ha permitido que ella y sus compañeros docentes compartan estrategias que se pueden implementar en varias áreas, y eso la hace sentir muy satisfecha, pues le permite crecer como profesional gracias al trabajo en equipo. El cariño que tiene por su profesión es notable, le encanta ser docente, no se imagina haciendo otra cosa en su vida, disfruta compartir lo que sabe y ver cómo sus estudiantes aprenden, al mismo tiempo que ella aprende de ellos.
Lo que más destaca de esta labor es el impacto positivo que tiene en las personas. No en vano, para ser docente hay que amar profundamente lo que se hace, ya que implica un interés natural por compartir con el otro, enseñando con la intención de generar comprensión y aprehensión del conocimiento. Es una habilidad que no todos tenemos y que debe ir acompañada del deseo por hacerlo. Pero lo cierto es que tan apasionada labor se enfrenta hoy a nuevos retos, no solo por la situación particular que ha generado la pandemia de covid19, sino por la necesidad que existe desde hace varios años de reevaluar el modelo educativo que propone el país.
Sismay anota que “desde hace mucho se está hablando de integrar la tecnología en la educación y de cómo introducir diferentes herramientas tecnológicas, pero esta situación ha acelerado el proceso, trayendo consigo un uso obligado. Hoy el reto no es solo emplear tecnología, sino pensar rápidamente en cómo emplearla, porque por sí sola no va a transformar la metodología de enseñanza. Todos tuvimos que cambiar el chip para descubrir nuevas estrategias de trabajo”.
Tales desafíos serán mucho mayores luego de esta contingencia, porque, como explica nuestra profe, “si los docentes hemos tomado conciencia y hemos vivido esto como realmente tiene que ser, algo debió cambiar en nosotros”.
Parte de su trabajo, y el de sus compañeros, ha sido reflexionar sobre todo aquello que es esencial para los estudiantes, ir más allá de un contenido, enseñarles habilidades para la vida, y promover otras maneras de pensar. El reto es ahora, inmediato, porque la educación se deberá transformar y el país ya nos pide a gritos ese cambio.
Haciendo eco de las palabras del rector Gerardo, Sismay asegura que “si las dificultades llegan para mejorar, pues bienvenidas sean”. ¿Y esto qué significa? Que no es momento de desechar todo aquello que salga mal, sino de evaluarlo y pensar cómo hacer que resulte mejor. Esta es una de las oportunidades más grandes de esta contingencia que nos obligó a hacer todo aquello a lo que nos habíamos arriesgado y que debe generar un aprendizaje muy grande para los docentes, los estudiantes, las directivas, e incluso, para los padres de familia.
Afrontar esta coyuntura requiere que todos tengamos la mente abierta y mucha disposición al cambio, y para eso es necesario que, por ahora, nos distanciemos de los parámetros del aprendizaje presencial, pues cuando el trabajo se hace de manera virtual todo el tiempo, la dinámica de la educación cambia.
“Todos tenemos que estar preparados para este cambio, entender que los ritmos de trabajo son diferentes, los horarios, los cronogramas, los procesos evaluativos, en definitiva, todos los actores involucrados en los procesos educativos estamos llamados a cambiar ese pensamiento y esa percepción de la educación tradicional”.
A propósito de esto, Sismay destaca el exhaustivo trabajo de planeación que han hecho los docentes del CCB. Por más obvio que pueda parecer, crear los contenidos para un modelo de aprendizaje remoto implica más tiempo y preparación, un esfuerzo que ha sido valorado por los padres de familia.
Los frutos del trabajo de los docentes durante este periodo de contingencia ya se ven. Los estudiantes han aprendido a este es un proceso más autónomo en el que no siempre tienen que estar conectados a una videoconferencia, que no siempre dependen de la presencia del profesor para desarrollar su proceso de aprendizaje.
Esta experiencia cobra aún más relevancia porque cuando todos podamos volver a las instalaciones de nuestro colegio, ya habremos cambiado y para bien. Con seguridad tendremos mejores procesos de enseñanza que integrarán muchas de las estrategias que estamos aplicando ahora.
“Este aislamiento, me ha ayudado a crecer mucho más como profesional, a buscar diferentes estrategias de trabajo para mejorar la manera de llegar hasta mis estudiantes, y esto ha renovado mi empatía hacia ellos, he empezado a verlos y a sentirlos como esos seres humanos con los que compartimos muchos más momentos que una clase”.
¡El CCB les desea un feliz Día del Maestro a todos sus docentes y orientadores!