Nombre: José Manuel Buitrago Flórez
Edad: 21 años
Año de graduación CCB: egresado en 2016
Profesión: estudiante de Jurisprudencia (Derecho) en la Universidad del Rosario de Bogotá.
Al terminar de leer este artículo podremos concluir que José Manuel Buitrago es una figura en la academia a la cual seguirle el rastro hacia el futuro. Como estudiante de Derecho en la Universidad del Rosario, fue recientemente nombrado Colegial de Número, un reconocimiento otorgado a los estudiantes caracterizados por sus grandes méritos académicos, altas calidades morales y una excelente conducta.
Es el premio a un gran esfuerzo, un sueño, un objetivo que tenía desde que entró a la Universidad. Tenía en mente entregarle ese reconocimiento a su familia y seres queridos, pues esta designación está envuelta en un sentimiento de conciencia frente a una gran responsabilidad que implica mucho trabajo, voluntad y carga anímica, pero es también una alta nota de felicidad personal.
Luego de haber empezado por el final, retrocedamos un poco la línea de tiempo para entender cómo ha llegado hasta este punto porque, ya desde el colegio, José Manuel comenzó a adquirir las habilidades y destrezas que lo perfilaron para esta profesión que ha elegido.
El Derecho, comenta, tiene una mística especial, pues ofrece una cantidad de posibilidades, no solo para la vida profesional, sino también para cambiar el mundo, se trata de una labor con amplio contacto con la cotidianidad y es una de las que más repercuten en la manera en que las personas conviven. Sin embargo, José Manuel deja claro que “lo que realmente promueve el cambio que puedas hacer en el mundo es, en definitiva, tu disposición a hacerlo”.
Él tiene una idea manifiesta de lo que son los abogados: desde su función legisladora son quienes tienen la oportunidad de cambiar injusticias y resarcir deudas históricas para ayudar a construir país y tener una mejor sociedad.
A pesar de su juventud, José Manuel ya tiene metas trazadas con alta correspondencia con la vida académica, como un posible doctorado a futuro. Se considera ambicioso, en un buen sentido, por intentar ir más allá de lo que al principio puede hacer, buscando siempre dónde aportar y entregar más, algo que se refleja en los objetivos alcanzados en su trayectoria como estudiante, “que no está a punto de terminar, por el contrario, está por empezar, pues hay mucho que aprender todavía”, resalta.
Cada objetivo supone una recompensa, pero en el caso de José Manuel estas han cambiado a medida que ha crecido: “alcanzar objetivos me hacía feliz porque me sentía bien conmigo mismo, pero enorgullecer a mis padres, retribuirles su esfuerzo, es lo que hoy me motiva en términos de conseguir algo”.
Siente especial aprecio por las cosas pequeñas, como contemplar atardeceres, las artes, el cine, que es su gran su pasión pues allí encuentra seres humanos plasmando realidades e imágenes descriptivas, se dedica especialmente a entenderlo, a conocer de técnicas y manejo fotográfico y a hacer críticas.
Hablando de pasión, José Manuel la considera su rasgo más importante, la describe como un sentido de pertenencia con cada cosa que hace, cuando asume un proyecto le entrega toda su energía.
Aunque este estudiante universitario tiene amplias aspiraciones, cree que la vida hay que llevarla con serenidad, tranquilidad, humildad, respeto con los demás, porque toda persona frente a nosotros merece comprensión. El primer juicio no puede partir del reproche, sino de entender qué pasa con el otro.
Lo que guarda del CCB
Su paso por el colegio fue una etapa muy importante, allí se permitió soñar en grande, nunca encontró límites, siempre tuvo espacios para desarrollar sus ideas, viajó por muchas regiones conociendo gente y representando con orgullo a nuestro CCB. Además, reconoce lo fundamentales que fueron los modelos de ONU en su vida, de los cuales aprendió a conocer personas y a desarrollar habilidades blandas.
El mejor recuerdo que conserva del CCB es la confianza que tuvieron en él, pues siempre se sintió escuchado y comprendido. Por tal motivo, recomienda a todos los estudiantes que amen y respeten el colegio, que crezcan con él, que construyan y cambien lo que consideren, sin destruir, pues son experiencias que luego podrán valorar.
José Manuel ofrece una visión de vida en la cual se debe luchar por los ideales, sin importar lo difícil que sea el camino, por ejemplo, antes de viajar a Bogotá, tuvo problemas con su familia por la búsqueda de su independencia, pero hoy esos sacrificios y sueños tienen una recompensa, el propósito rindió frutos. Él agradece las puertas que se abren, toma las oportunidades y las aprovecha con gran responsabilidad.
“En la vida hay que tener responsabilidad, es común decir que la juventud trae el beneficio de ser irresponsable, pero no. La responsabilidad no es solo una virtud, es una práctica. Ser responsable no es dejar de divertirte, es no excederte, cuidar tu cuerpo, pensar antes de actuar y escuchar antes de hablar, absorber lo mejor de los demás, tratando de ser una mejor versión de sí mismo”.